Probabilidades Políticas: ¿Qué Líder Mundial Renunciará Próximo?

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Decir que el mundo está sumido en una gran agitación política sería quedarse corto. Además de la actual campaña presidencial estadounidense de 2024 , también deberíamos prestar atención a la actividad política en otros lugares. Los líderes de varios otros países importantes, como Rusia, Francia, Alemania y Canadá, se enfrentan a un futuro incierto.

En las mejores casas de apuestas políticas , como BetUS, puedes apostar a qué líder mundial será el próximo en dejar el cargo. Sabemos que el presidente Joe Biden no ocupará el cargo después de enero de 2025, pero el líder estadounidense no figura entre las opciones de apuestas. Entonces, ¿quién es una buena apuesta para dejar el cargo?

Probabilidades de que el próximo líder mundial renuncie

Probabilidades políticasProbabilidades políticas
Justin Trudeau (+165)Benjamín Netanyahu (+250)
Olaf Scholz (+275)Volodymyr Zelenskyy (+800)
Recep Tayyip Erdogan (+1600)Lula da Silva (+1600)
Vladímir Putin (+1800)Javier Milei (+3000)
Emmanuel Macron (+5000)Keir Starmer (+10000)

Justin Trudeau (+165)

Justin Trudeau ha sido Primer Ministro de Canadá desde 2015, y su estilo de liderazgo se ha caracterizado por políticas progresistas, la acción climática y los esfuerzos de reconciliación con las comunidades indígenas. Sin embargo, tras casi una década de liderazgo, Trudeau se enfrenta a un creciente descontento en todo el espectro político. 

La gestión de su gobierno ante la inflación, la asequibilidad de la vivienda y el aumento general del coste de la vida ha generado frustración entre muchos canadienses, en particular entre la clase media y las generaciones más jóvenes, que luchan por conseguir una vivienda en un mercado cada vez más caro. ¿Les suena familiar, estadounidenses?

Además de los desafíos económicos, Trudeau se ha visto envuelto en una serie de escándalos, entre ellos el caso SNC-Lavalin de 2019, en el que su gobierno fue acusado de presionar al Fiscal General para que resolviera un caso de corrupción. Más recientemente, su gestión de la interferencia china en las elecciones canadienses y la malversación de fondos públicos ha seguido socavando su credibilidad. 

Si bien Trudeau es una figura carismática, su tercer mandato en el cargo ha estado marcado por índices de aprobación en descenso y muchos analistas políticos especulan que podría renunciar voluntariamente en lugar de enfrentar lo que podría ser una cuarta elección difícil.

Su futuro político se complica aún más por el ascenso del Partido Conservador bajo el liderazgo de Pierre Poilievre , cuya retórica populista ha calado hondo entre los votantes descontentos. El creciente impulso de Poilievre ha supuesto una amenaza legítima para los liberales de Trudeau, especialmente en las zonas suburbanas y rurales. 

Trudeau podría sentir el peso de la fatiga política, como suele ocurrir con los líderes que han estado en el cargo durante largos periodos. Con las divisiones internas en su partido y la creciente presión de la oposición, se especula que Trudeau podría dimitir más pronto que tarde, lo que lo convertiría en uno de los principales candidatos para ser el próximo líder mundial en dimitir.

En definitiva, si bien Trudeau ha enfrentado muchos desafíos, también ha demostrado resiliencia en el pasado. Si renunciara, podría ser por una decisión estratégica para preservar su legado o por una salida forzada debido a la incapacidad de mantener su coalición de votantes. La probabilidad de +165 refleja la precariedad de su situación, pero aún está por verse si se retira voluntariamente o como resultado de una derrota electoral. Las próximas elecciones en Canadá están programadas para el 20 de octubre de 2025 o antes.

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Benjamín Netanyahu (+250)

Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí con más años en el cargo, se enfrenta a una gran presión estos días. Bibi ha ejercido varios mandatos no consecutivos como primer ministro de Israel desde la década de 1990. Su regreso al poder en 2022 fue recibido con alegría y fuertes críticas. 

Su gobierno, que tiende fuertemente a la derecha, ha estado impulsando una controvertida reforma judicial que limitaría los poderes de la Corte Suprema de Israel, una medida que ha desencadenado uno de los mayores movimientos de protesta en la historia del país.

Las reformas judiciales han polarizado profundamente a la sociedad israelí. Por un lado, las bases de Netanyahu argumentan que el poder judicial se ha extralimitado y necesita una reforma. Por otro lado, los críticos ven la medida como un ataque a la democracia y una apropiación del poder que amenaza el sistema de pesos y contrapesos esencial para el sistema político israelí. 

La gestión de la situación por parte de Netanyahu ha provocado protestas masivas y huelgas, e incluso militares clave han amenazado con dimitir. Este nivel de agitación ha debilitado significativamente la posición política de Netanyahu y ha planteado la posibilidad de su destitución, ya sea por maniobras políticas dentro de su partido o por presiones externas de la oposición.

Israel también lidia con una guerra continua contra Hamás, que se reavivó tras el ataque terrorista de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023. La respuesta de Netanyahu a los ataques ha generado numerosas críticas internacionales, e incluso la Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de arresto contra Bibi en mayo de este año. El conflicto entre Israel y Gaza no es nada nuevo, por supuesto, pero las acciones de Netanyahu también han provocado la ira de su propio pueblo.

A pesar de estos obstáculos, Netanyahu es un político experimentado que ha demostrado una y otra vez que puede sobrevivir a crisis que hundirían a otros líderes. También es increíblemente testarudo y ha rechazado repetidamente la idea de dimitir a pesar de su falta de popularidad.

Olaf Scholz (+275)

Olaf Scholz se convirtió en canciller de Alemania en diciembre de 2021, sucediendo a Angela Merkel, cuyo mandato de 16 años dejó una huella indeleble en el país y en Europa en su conjunto. 

Scholz, representante del Partido Socialdemócrata (SPD), asumió el cargo con la difícil tarea de guiar a Alemania en tiempos turbulentos, incluyendo las secuelas de la pandemia de COVID-19, la guerra en Ucrania y una crisis energética agravada por el corte del suministro de gas natural a Rusia. Estos desafíos han puesto a prueba el liderazgo de Scholz, y mientras permanece en el poder, su posición se ha vuelto cada vez más precaria.

El gobierno de Scholz es una frágil coalición entre el SPD, los Verdes y el Partido Democrático Libre (FDP), una combinación que ha resultado difícil de gestionar. Los desacuerdos en temas como la política climática, el gasto en defensa y la recuperación económica han tensado las relaciones dentro de la coalición, y estas fisuras han comenzado a erosionar los índices de aprobación de Scholz. 

Su gestión de la crisis energética alemana, en particular, ha suscitado críticas. La excesiva dependencia de Alemania del gas ruso antes de la guerra en Ucrania ha obligado al país a buscar alternativas, y Scholz ha sido criticado por su aparente indecisión al respecto.

Además, Scholz enfrenta una creciente presión del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que ha ganado impulso en medio de una insatisfacción generalizada con el manejo del gobierno de las políticas de inflación, inmigración y cambio climático. 

Este auge del populismo de derecha ha complicado los esfuerzos de Scholz por mantener una postura centrista, y existe un creciente temor de que su coalición no sobreviva intacta al próximo ciclo electoral. El Partido Verde, por ejemplo, se ha mostrado impaciente con la postura moderada de Scholz sobre el cambio climático, lo que crea la posibilidad de una rebelión interna que podría derrocar a su gobierno.

Si bien Scholz sigue siendo una figura importante en el escenario europeo, su situación política nacional es menos estable. Si su coalición se fractura o el descontento público con su gestión de los asuntos económicos continúa creciendo, podría verse obligado a dimitir o ser reemplazado por su partido antes de las próximas elecciones. Dados estos factores, Scholz parece vulnerable, y sus posibilidades reflejan la incertidumbre que rodea su futuro en el cargo. Se espera que las próximas elecciones alemanas se celebren en septiembre de 2025.

Volodymyr Zelenskyy (+800)

El meteórico ascenso de Volodymyr Zelenskyy a la fama internacional es una de las historias más notables de la política moderna. Zelensky, excomediante y figura política marginal, asumió la presidencia de Ucrania en 2019, con la promesa de combatir la corrupción y restaurar la confianza en las instituciones gubernamentales. 

Sin embargo, su liderazgo adquirió una dimensión completamente nueva cuando Rusia lanzó su invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022. Zelenskyy se convirtió rápidamente en el rostro de la resistencia ucraniana, ganándose la admiración y el apoyo de líderes de todo el mundo por su firmeza frente a la amenaza existencial.

Si bien los índices de aprobación de Zelenski se han disparado a nivel internacional, liderar a su país en una guerra tan devastadora le ha pasado factura. En el ámbito nacional, su gobierno enfrenta importantes desafíos más allá del esfuerzo bélico, como la gestión de la economía, el mantenimiento de la moral pública y la gestión de complejas alianzas con las potencias occidentales. 

Aunque Zelenskyy ha ganado una gran popularidad por su resiliencia, liderar un país bajo asedio es insostenible a largo plazo, y el resultado de la guerra determinará en gran medida su futuro político.

Si Ucrania logra repeler a las fuerzas rusas y recupera sus territorios, Zelenski podría erigirse en héroe nacional y servir durante años. Sin embargo, si la guerra se estanca o Ucrania sufre pérdidas territoriales, su posición podría volverse más precaria . 

Su liderazgo estaría bajo intenso escrutinio, con posibles acusaciones de mala gestión o de excesiva dependencia de la ayuda militar occidental. Además, la presión de liderar en tiempos de guerra podría obligarlo a dimitir voluntariamente, especialmente si se alcanza un acuerdo de paz que exija concesiones significativas.

A pesar de los inmensos desafíos que enfrenta, Zelenskyy parece menos probable que deje el cargo en el futuro inmediato en comparación con otros líderes de esta lista. Su salida depende más de factores externos, principalmente el resultado de la guerra y la reconstrucción de Ucrania. 

A menos que la situación cambie drásticamente, es probable que Zelenskyy permanezca en el poder mientras continúe la guerra, reforzado por el apoyo de su pueblo y de la comunidad internacional.

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Recep Tayyip Erdoğan (+1600)

Recep Tayyip Erdoğan ha sido una figura clave en la política turca durante más de dos décadas, primero como primer ministro y posteriormente como presidente. Su estilo de liderazgo, marcado por tendencias cada vez más autoritarias, ha transformado significativamente a Turquía, tanto en el ámbito nacional como en sus relaciones exteriores. 

El control del poder de Erdoğan pareció inquebrantable durante muchos años, pero los recientes problemas económicos y un creciente movimiento de oposición han debilitado su posición política. A pesar de ganar la reelección por un estrecho margen en mayo de 2023 , su futuro político es más incierto que nunca.

La economía turca ha sido una de las mayores vulnerabilidades de Erdoğan. Durante años, el país ha lidiado con una alta inflación , una moneda debilitada y una crisis del coste de la vida que ha afectado duramente al ciudadano turco promedio. 

Las políticas económicas heterodoxas de Erdoğan, incluida su insistencia en bajar los tipos de interés a pesar de la inflación , han sido ampliamente criticadas por los economistas y han contribuido a la persistente inestabilidad financiera del país. Aunque Erdoğan permanece en el poder, la crisis económica ha envalentonado a los partidos de la oposición y ha generado un descontento público generalizado.

Las elecciones de 2023 fueron uno de los retos más difíciles para Erdoğan hasta la fecha. Si bien consiguió la victoria, el margen fue estrecho y el país sigue profundamente dividido. La oposición, liderada por Kemal Kılıçdaroğlu, opuso una férrea resistencia, y el panorama político del país está más fragmentado que en años anteriores. 

La alianza de Erdoğan con partidos nacionalistas e islamistas le ha ayudado a mantenerse en el poder, pero también le ha distanciado de una parte significativa del electorado, especialmente en las zonas urbanas y entre los jóvenes. Si persisten los problemas económicos de Turquía, o si la oposición logra mantener su unidad, Erdoğan podría enfrentarse a serios desafíos en los próximos años.

Además, las decisiones de política exterior de Erdoğan, en particular su participación en los conflictos en Siria y Libia y sus tensas relaciones con los aliados de la OTAN, han suscitado preocupaciones tanto a nivel nacional como internacional. 

Si su gobierno falla en la gestión de las crisis internacionales o la economía empeora, podría aumentar la presión para que renuncie o para que la oposición convoque elecciones anticipadas. Si bien Erdoğan sigue siendo una figura poderosa, su control del poder ya no es tan firme como antes, lo que lo convierte en un posible candidato a dejar el cargo a medio plazo.

Lula da Silva (+1600)

Luiz Inácio Lula da Silva, conocido simplemente como “Lula”, regresó a la presidencia de Brasil en 2023 tras derrotar al entonces presidente Jair Bolsonaro, quien padecía una infección crónica de COVID-19, en unas elecciones muy reñidas. Su regreso fue un acontecimiento político significativo, ya que Lula había ejercido dos mandatos presidenciales, de 2003 a 2011, durante los cuales gobernó un período de crecimiento económico y reducción de la pobreza. 

Sin embargo, su regreso al cargo trae consigo desafíos importantes, ya que Brasil sigue profundamente polarizado y Lula enfrenta la titánica tarea de gobernar un país que aún se tambalea por las divisiones políticas, económicas y sociales exacerbadas por el mandato de Bolsonaro.

Uno de los principales desafíos de Lula es gestionar la tambaleante economía brasileña. La inflación, el desempleo y la deuda pública siguen siendo problemas acuciantes, y sus políticas de izquierda , centradas en la expansión del bienestar, podrían entrar en conflicto con la realidad fiscal del país. 

Lula ha enfatizado la necesidad de equilibrar los programas sociales con el crecimiento económico, pero se enfrenta a la oposición de sectores empresariales y políticos conservadores que argumentan que sus políticas podrían desestabilizar aún más la economía. Además de estas presiones económicas, el gobierno de Lula también debe lidiar con un Congreso profundamente dividido, lo que le dificulta la aprobación de reformas radicales.

Otro desafío para Lula son las políticas ambientales de Brasil, en particular las relativas a la selva amazónica . Durante la presidencia de Bolsonaro, las tasas de deforestación se dispararon, lo que generó numerosas críticas internacionales. 

Lula ha prometido proteger la Amazonia y revertir el daño ambiental, pero lograrlo requerirá una gran voluntad política, ya que poderosos intereses agrícolas y mineros se resisten a tales medidas. Equilibrar estas demandas y, al mismo tiempo, mantener el crecimiento económico de Brasil pondrá a prueba la capacidad de Lula para gobernar con eficacia.

Políticamente, Lula enfrenta una fuerte oposición por parte de los partidarios de Bolsonaro, quienes se mantienen muy activos y organizados. Muchos aún cuestionan la legitimidad de su victoria electoral, lo que condujo al asalto de los edificios gubernamentales de Brasil a principios de 2023, una clara señal de la perdurable fuerza del movimiento de extrema derecha en Brasil. 

Lula debe gobernar un país donde un amplio segmento de la población se muestra hostil a su liderazgo, lo que crea un ambiente propicio para la inestabilidad política. Sin embargo, Lula tiene un historial de supervivencia política y es un líder experimentado. Si bien su gobierno enfrenta importantes dificultades, su amplio capital político y el apoyo internacional hacen menos probable que sea el próximo líder en dimitir, al menos en el futuro inmediato.

Vladímir Putin (+1800)

Vladimir Putin ha dominado la política rusa durante más de dos décadas, y su mandato se ha caracterizado por una transición de un gobierno semidemocrático a un régimen cada vez más autoritario. Es un dictador de la vieja escuela, amigos. 

Desde su llegada al poder en 1999, Putin ha transformado el panorama político ruso, consolidando su poder y reprimiendo a la oposición . Su reciente invasión de Ucrania en 2022 ha definido aún más su liderazgo, provocando una condena internacional generalizada y aislando a Rusia económica y diplomáticamente. 

A pesar de la guerra en curso y sus consecuencias económicas, Putin mantiene un firme control de Rusia, aunque su futuro podría estar ligado al resultado final del conflicto.

La invasión de Ucrania por parte de Putin pretendía reafirmar el dominio ruso en Europa del Este, pero la guerra no ha salido según lo previsto. Rusia ha enfrentado importantes reveses militares, sanciones internacionales y un deterioro económico. 

Estos factores han generado cierta disidencia interna, aunque Putin ha logrado reprimir eficazmente a la oposición mediante un estricto control de los medios de comunicación, el encarcelamiento de rivales políticos como Alexei Navalny y la represión de las protestas públicas. Si bien Putin mantiene un fuerte control del poder, el prolongado conflicto en Ucrania ha puesto en duda su viabilidad política a largo plazo.

A nivel internacional, Putin se ha convertido en un paria, ya que Rusia enfrenta sanciones económicas de países occidentales y se encuentra aislada en los foros internacionales. Sin embargo, a nivel nacional, su control sobre la narrativa ha contribuido a mantener su popularidad entre ciertos segmentos de la población rusa, en particular mediante la propaganda estatal que presenta la guerra como una defensa necesaria de la soberanía rusa. 

El resultado de la guerra probablemente determinará el futuro de Putin. Si Rusia logra proclamarse victoriosa o al menos lograr un acuerdo que le salve la cara, Putin podría seguir gobernando durante años. Sin embargo, una derrota clara o un atolladero militar persistente podrían debilitar su posición y potencialmente provocar un golpe de Estado o una renuncia forzada de las élites del Kremlin.

Aunque la salida de Putin del poder parece menos probable en el futuro inmediato debido a su férreo control autoritario, la historia demuestra que los fracasos militares prolongados y las dificultades económicas pueden provocar agitación política, incluso en regímenes muy controlados. Si la disidencia interna aumenta o su salud se deteriora (un tema de constante especulación), Putin podría verse obligado a dimitir, aunque, por ahora, parece tener un control relativamente firme del poder.

Javier Milei (+3000)

Javier Milei es un recién llegado a la política que recientemente ganó la presidencia de Argentina en una victoria sorpresiva que sacudió a la élite política. Autodenominado economista libertario, su ascenso al poder se vio impulsado por la frustración ante los persistentes problemas económicos de Argentina, como la inflación crónica, la crisis de deuda y el alto desempleo. 

Su retórica anti-establishment y sus promesas de reformar el sistema económico argentino han resonado entre los votantes cansados ​​de los partidos tradicionales que han gobernado el país durante décadas.

Milei ha prometido reformas radicales, que incluyen recortes drásticos del gasto público, reducción de impuestos e incluso la adopción del dólar estadounidense como moneda argentina para combatir la hiperinflación. Si bien sus políticas económicas resultan atractivas para quienes creen que Argentina necesita un cambio radical, también conllevan riesgos significativos. 

Implementar cambios tan drásticos podría generar malestar social, especialmente entre los sindicatos, los trabajadores del sector público y quienes dependen de los programas gubernamentales. El historial de volatilidad política de Argentina hace que la presidencia de Milei sea particularmente impredecible.

La inexperiencia política de Milei es otro factor que podría influir en su permanencia en el cargo. Se enfrenta a una fuerte oposición de los partidos políticos tradicionales, y su estilo confrontativo le ha granjeado numerosos enemigos dentro de la clase política. Gobernar en un entorno tan fragmentado será un desafío, especialmente mientras intenta impulsar sus ambiciosas reformas. 

Si Milei no cumple sus promesas o si sus políticas conducen a una mayor inestabilidad económica, su presidencia podría verse truncada ya sea por un impeachment o por protestas generalizadas.

Dicho esto, Milei es aún nuevo en la escena política y apenas ha comenzado su mandato. Es improbable que sea el próximo líder mundial en dejar el cargo, ya que su gobierno está en sus inicios. Sin embargo, el historial de inestabilidad política de Argentina significa que su futuro está lejos de estar garantizado, y su liderazgo podría verse puesto a prueba en los próximos años mientras intenta implementar su radical agenda económica.

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Emmanuel Macron (+5000)

Emmanuel Macron, presidente de Francia, cumple actualmente su segundo mandato tras ser reelegido en 2022. Su liderazgo se ha caracterizado por sus intentos de reformar la economía francesa, en particular mediante la reforma de las pensiones y la liberalización del mercado laboral, lo que ha provocado importantes protestas. 

Su postura pro-Unión Europea, sumada a sus políticas centristas, lo ha convertido a menudo en blanco de las facciones de extrema izquierda y extrema derecha en Francia. Sin embargo, su relativa juventud y su ambición política sugieren que podría tener aspiraciones a largo plazo más allá de la presidencia francesa.

Aunque el segundo mandato de Macron ha estado marcado por una continua agitación interna (en particular las protestas a gran escala contra su reforma de las pensiones ), sigue siendo una figura muy influyente en la política europea y mundial. 

Su gobierno también ha tenido que afrontar los desafíos de la pandemia de COVID-19, la guerra en Ucrania y el aumento de la inflación, todo lo cual ha creado un entorno político más hostil. A pesar de ello, Macron mantiene un fuerte control del panorama político francés y no existen amenazas inmediatas a su liderazgo.

Sin embargo, el mandato de Macron expira en 2027 y la ley francesa le impide presentarse a un tercer mandato consecutivo. Esto crea una dinámica interesante, ya que Macron podría empezar a buscar oportunidades más allá de la presidencia, posiblemente en organizaciones internacionales como la Unión Europea o las Naciones Unidas. 

Si bien su salida del cargo es inevitable para 2027, no hay indicios de que lo deje antes. Por ello, parece muy improbable que Macron sea el próximo líder mundial en dimitir.

Es probable que Macron se centre en mantener la estabilidad en Francia y, al mismo tiempo, consolidar su legado como reformista. Si bien las protestas y el malestar social seguirán representando desafíos importantes, su resiliencia política y su capacidad para sortear crisis complejas sugieren que culminará su segundo mandato sin grandes perturbaciones.

Keir Starmer (+10000)

Keir Starmer, líder del Partido Laborista británico, es la cara más nueva de la lista. Starmer se convirtió en el nuevo Primer Ministro del Reino Unido en julio , por lo que lleva poco más de un mes en el cargo. Starmer lidera el Partido Laborista desde 2020, sucediendo a Jeremy Corbyn tras la aplastante derrota del Partido Laborista en las elecciones generales de 2019. 

Sin embargo, Starmer ya ha tenido que lidiar con disturbios debido a los disturbios antiinmigratorios que arrasaron el Reino Unido a principios de este mes. 

Si bien Starmer ha logrado avances significativos en la rehabilitación de la imagen del Partido Laborista, alejándolo de las políticas de extrema izquierda de Corbyn y acercándolo a una plataforma más centrista, enfrenta desafíos para mantener la unidad dentro del partido. Su liderazgo ha sido criticado por algunas facciones por ser demasiado cauteloso o carecer de una visión audaz, aunque su estrategia parece haber dado sus frutos gracias a las importantes victorias del Partido Laborista en las últimas elecciones.

Starmer se enfrentará a una gran oposición en un Reino Unido muy dividido, pero es difícil imaginar que será el próximo líder mundial en dejar su puesto teniendo en cuenta que asumió el cargo recientemente.

Predicción: ¿Quién será el próximo líder mundial en dejar el cargo?

Tras analizar la situación actual de cada líder, es evidente que algunos sufren una presión más inmediata que otros. Justin Trudeau y Benjamin Netanyahu se destacan como los candidatos con más probabilidades de dejar el cargo pronto. 

Trudeau se enfrenta a una creciente fatiga política, una caída en sus índices de aprobación y una creciente oposición en Canadá, lo que hace plausible su dimisión antes de las próximas elecciones. Netanyahu, por otro lado, se enfrenta a protestas masivas por las reformas judiciales y la guerra en Gaza, que podrían llevar a su dimisión o destitución.

Si bien Olaf Scholz y Volodymyr Zelenskyy también enfrentan desafíos importantes, sus salidas parecen menos inminentes. Erdoğan, Lula y Putin, aunque enfrentan diversas formas de inestabilidad, mantienen posiciones más afianzadas, mientras que Milei, Macron y Starmer se encuentran relativamente seguros por ahora.

Apuesta: Benjamín Netanyahu (+250)